El transporte de última milla, se refiere al tramo final en el que las mercancías son transportadas hasta las zonas de distribución o consumidores, lo es la última fase que cierra la cadena de suministro.
En la actualidad ha aumento de forma considerable el volumen de comercio electrónico derivado de la pandemia y la imposibilidad de ir a comprar algunos productos de manera física. Ante esta situación empresas del sector logístico han descubierto las grandes oportunidades que existen, también retos, con la logística de última milla. Su principal objetivo es poner el foco en optimizar los servicios para poder cumplir con las exigencias del mercado.
Robotización de las entregas
Ya se estudia y se ha puesto en práctica pruebas piloto de robots dotados con inteligencia artificial que se encarguen de transportar los paquetes y llevarlos hasta los consumidores, sin necesidad de movilizar vehículos urbanos, lo que supone un menor grado de contaminación en las ciudades.
A día de hoy también se están haciendo pruebas con drones que sobrevuelan los núcleos de población y acercan los paquetes a los domicilios. Esta tendencia tiene aspectos positivos como, la eliminación de flotas que recorran las ciudades. El problema reside en que hay que hacer una inversión muy costosa.
Temperatura controlada sostenible
Muchas empresas del sector apuestan por el desarrollo de otras metodologías de transporte a temperatura controlada mejorando la sostenibilidad. Es un tipo de transporte más complejo ya que se tiene que realizar evitando que se rompa la cadena de frío de los productos por lo que se están creando equipamientos especiales que se encargan de moderar los grados y, además, garantizan que los automóviles son sostenibles.
Ambas alternativas a la última milla tradicional se irán imponiendo en el mercado en los próximos años y servirán para dar un salto cualitativo en esta industria que no para de crecer.