La logística inversa es el proceso mediante el cual los productos o mercancías que fueron entregados al cliente, recorren el camino inverso en la cadena de suministro y son devueltos a los vendedores o fabricantes.
Las devoluciones pueden ser desde productos defectuosos hasta envases o embalajes para su reciclaje. Cualquier proceso que implique un retorno en la cadena de suministro es un proceso de logística inversa.
Todo esto puede suponer una carga importante para las empresas si no tienen un sistema que gestione bien las devoluciones. Por eso muchas empresas están buscando formas de organización más eficientes y, fórmulas para rentabilizar las devoluciones y recuperar el valor de los artículos devueltos. Se estima que un 30% de los artículos pedidos online se devuelven, frente a un 10% de devoluciones de las compras que se hacen presencialmente.
Claves para un proceso eficiente de logística inversa
Para empezar, hay que decir que no existen dos procesos iguales, ya que depende de la actividad de la empresa, el sector en el que opere y sus necesidades concretas.
Evaluación
Para poder mejorar hay que hacer un análisis de todo el proceso con el objetivo de detectar en qué puntos se producen más errores y pérdidas.
¿Se han producido errores en las expediciones? ¿Son productos estacionales? ¿La mercancía era defectuosa? ¿Se trata de palets o embalajes para reutilizar?
Clasificación de devoluciones
Toda la mercancía retornada debe pasar un control de calidad que determine cuál será su próximo destino en la cadena de suministro. El objetivo es tratar de recuperar el máximo valor posible para minimizar las pérdidas.
Espacio en el almacén
Uno de los errores más comunes es no dar a las devoluciones la importancia que tienen y no tener un espacio propio en el que recibir, clasificar y gestionar la mercancía devuelta.
En el caso de que sea un gran volumen, una opción es buscar un proveedor externo que se ocupe de toda la gestión.
Optimización del transporte
Dado que se trata de ahorrar costes, es necesario coordinar la logística directa e inversa, aprovechar las entregas para recoger las devoluciones, y así minimizar el gasto en transporte.
Establecer vías de colaboración y comunicación tanto con transportistas como con proveedores puede facilitar los retornos y ahorrar mucho dinero en transportes.
Control de métricas
Para tener bajo control el proceso de logística inversa tienes que conocer los números, por lo que hay que elegir los KPI más relevantes en función de la actividad que desarrolles.
Conocer el volumen de productos devueltos y cuántos de ellos se destinan a reventa, reciclaje o reutilización te permitirá analizar y mejorar el sistema, controlar los costes de gestión y saber cuál es el beneficio obtenido de los productos devueltos.
Contar con un sistema de gestión de almacenes para gestionar la logística inversa es fundamental para tener información en tiempo real sobre cada paso del proceso y hacer un seguimiento de la estrategia implementada.
Si quieres evaluar tu sistema de logística inversa y sopesar soluciones para gestionarlo, ponte en contacto con Terra Logistika y te asesoramos sin compromiso.