La posibilidad que tiene una persona de comprar un simple aguacate y tenerlo en la puerta en 15 minutos con solo deslizar el dedo en una app de supermercado puede parecer lo último en servicio personal, pero ¿es realista o sostenible en un mundo después de la COP26?
La presión recae sobre las empresas minoristas y de entrega para que innoven, no sólo para satisfacer los deseos y demandas de los consumidores, sino que lo hagan con respeto al medio ambiente y avancen hacia las cero emisiones netas de carbono, como se pide desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Para las empresas que luchan actualmente por satisfacer una demanda cada vez mayor y unos costes que crecen aún más rápidamente, un futuro más verde puede parecer muy lejano. Pero, ¿cómo puede una empresa explorar el potencial de las nuevas innovaciones, como los drones, los robots autónomos o los vehículos eléctricos, cuando se esfuerza por hacer negocios como de costumbre? ¿Es posible cumplir con las expectativas ecológicas de algunos clientes y al mismo tiempo fomentar una mayor conciencia ambiental en otros? ¿Cómo pueden las empresas lograr esto mientras maximizan la capacidad de la flota existente y minimizan el impacto sobre el resultado final?
Comportamiento incrustado
Para los minoristas, si bien la disposición de los consumidores a comprar on-line ha supuesto un salvavidas durante la pandemia, también ha creado un quebradero de cabeza logístico, financiero y ambiental. Vehículos de todos los tamaños atraviesan constantemente ciudades y pueblos. Vías obstruidas y emisiones en aumento. Una mala programación y una deficiente comunicación con el cliente hacen disminuir las tasas de éxito en las entregas, lo que lleva al aumento del coste en las entregas. Las empresas luchan con el costo insostenible de los retornos tanto para el resultado final como para el planeta. El modelo de negocio de entrega a domicilio esencial durante un evento extraordinario como un bloqueo global no es de ninguna manera sostenible en el futuro. Sin embargo, han cambiado y se han establecido unas nuevas expectativas para los clientes.
Modelo insostenible
Las empresas están probando una gran cantidad de vehículos nuevos y opciones de entrega en un intento por reducir la dependencia de los conductores y reducir las emisiones. Varios minoristas y empresas de mensajería han anunciado la transición a flotas de vehículos eléctricos, aunque con el aumento del coste de la electricidad y las preocupaciones constantes sobre el impacto ambiental de la tecnología de baterías, tales decisiones están lejos de ser sencillas. Los drones están destinados a desempeñar un papel vital, según varios estudios sobre el uso de drones en logística esto podría suponer grandes ahorros y aumento en la productividad.
En zonas urbanas se está explorando el papel de los robots autónomos, especialmente para la entrega de comida para llevar y el uso de bicicletas eléctricas como alternativa eficiente para la entrega de alimentos, paquetes y mercancías pesadas. La innovación es emocionante, pero ¿cómo pueden las empresas determinar el enfoque correcto que satisfaga las demandas actuales de los clientes y prepararse para un futuro con la mente puesta en el medio ambiente? Para muchos, la incertidumbre conduce a la parálisis en la toma de decisiones.
Actuar ahora
En este momento, las empresas deben poder crear rutas automáticas de su flota. Asegurarse de que las rutas para bicicletas incluyen opciones específicas para este tipo de vehículos (atajos, carriles exclusivos...) para maximizar el valor de la inversión. El uso del último software de programación y enrutamiento y la capacidad de tener en cuenta cualquier parámetro relevante, permite a las empresas maximizar la utilización de la flota actual y experimentar nuevos tipos de vehículos. El uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático puede ayudar a identificar factores y tendencias específicos en las operaciones de la flota que de otro modo permanecerían ocultos.
Inspirar el cambio
El uso de esta información ayudará a las empresas a aumentar la visibilidad de las opciones de entrega ecológica. Para la mayoría de los clientes, lo más importante es la puntualidad, la comodidad y la seguridad en la entrega. Al cumplir estas expectativas se minimizan los costes de reenvío, algo que representa una enorme carga financiera y ambiental. Un número creciente de empresas están agregando opciones de entrega más ecológicas empujando a los clientes en esta dirección, ofreciendo entregas en un espacio de entrega gratuito o con descuentos.
Este enfoque también se relaciona con la creciente demanda de colaboración entre las empresas de entrega y el uso de centros locales. No tiene sentido que varios vehículos de reparto circulen por las mismas calles simultáneamente. La colaboración entre empresas para realizar entregas por lotes en áreas específicas ofrece beneficios potenciales tanto en los costes operativos como en la mejora de la huella de carbono.
Conclusión
Pocas empresas pueden predecir cómo será este mercado en los próximos tres a cinco años. Es poco probable que se reduzcan las demandas de los consumidores, pero los negocios rentables serán difíciles con el aumento del coste de combustibles, la escasez de conductores y la expansión de las Zonas de Aire Limpio. Es posible que la factura medioambiental perjudique al negocio de la entrega a domicilio. Alternativamente, la tecnología de vehículos innovadora combinada con un enfoque colaborativo para minimizar el número de vehículos en la carretera podría transformar la huella de carbono y hacer que la entrega a domicilio sea una opción más sostenible.
Ninguna empresa puede permitirse el lujo de esperar para descubrir lo que sucederá. Las empresas deben actuar hoy para satisfacer las demandas actuales de los clientes, pero la experimentación también será clave a medida que evolucione el modelo de entrega a domicilio. Cuanto más diversa sea la flota más necesario será contar con una solución sólida de programación y enrutamiento que pueda maximizar la eficiencia y administrar la complejidad en tiempo real.
Fuente: Logistics Business