La tecnología es uno de los mayores aliados de las empresas que desean crecer por lo que hacer un buen uso de ella es uno de los mejores recursos para lograr una mayor eficiencia y satisfacción del cliente. Para ello debemos implementar estrategias y procedimientos que estén a la altura de las exigencias de los clientes y aumenten su rentabilidad.
Antes de poner en práctica las nuevas estrategias, es recomendable analizar la repercusión que tendrán en el desarrollo de la empresa. Este análisis se realiza en cada fase de la cadena de abastecimiento, sin dejar de lado la perspectiva del cliente debido a que todas las estrategias estarán dirigidas al cliente, por lo que es muy importante analizar sus necesidades y solucionarlas a un bajo costo.
El flujo de información tiene que estar automatizado para ampliar las posibilidades de mejorar la cadena de abastecimiento. Pero, a la hora de realizar una inversión en tecnología para mejorarla, siempre se debe tener en consideración las posibilidades reales de cada empresa. Si bien se trata de agregar valor en todas las fases posibles de la cadena de abastecimiento, es importante tener cuidado. El valor agregado al producto siempre debe ser mayor al costo del mismo.
Para satisfacer correctamente los requerimientos de la demanda con ofertas adecuadas, se deben implementar nuevas estrategias. Las mismas gestionan y potencian los canales de venta. Al mismo tiempo que ayudan a detectar cuáles son las dificultades que se tiene en la gestión de stock.
Hay algunas herramientas que pueden predecir de la demanda del mercado, aumentar la eficacia en la distribución y stock de los productos, pero hay que tener en cuenta que las normativas vigentes de la cadena de abastecimiento son diferentes en cada país y se debe estar al tanto.